quarta-feira, 2 de maio de 2018

Derecho a una vivienda digna


En el acontecimiento reciente del incendio y destrucción del edificio invadido de San Pablo, no pasó desapercibido la muerte de uno de los habitantes del lugar que arriesgó su vida para salvar a otras. La actitud de ese muchacho demostró que todavía hay personas que se preocupan por las otras.

En un pasaje bíblico del evangelio de Juan, capítulo 15, verso 13, Jesús dice que no hay mayor amor que el de dar su vida por sus amigos. Y fue eso, que Ricardo hizo ofreció su vida en favor de sus amigos.

Que el coraje y entrega de Ricardo puedan tener significado en la vida de otras personas, incluso de aquellas que son responsables de dirigir las ciudades, y se omiten en relación al problema de la vivienda para personas con bajos ingresos, que tienen que someterse a vivir en locales peligrosos, debido a la falta de una política pública capaz de albergar o ayudar a las poblaciones en situaciones de vulnerabilidad social.


Derecho a una vivienda digna


En el acontecimiento reciente del incendio y destrucción del edificio invadido de San Pablo, no pasó desapercibido la muerte de uno de los habitantes del lugar que arriesgó su vida para salvar a otras. La actitud de ese muchacho demostró que todavía hay personas que se preocupan por las otras.

En un pasaje bíblico del evangelio de Juan, capítulo 15, verso 13, Jesús dice que no hay mayor amor que el de dar su vida por sus amigos. Y fue eso, que Ricardo hizo ofreció su vida en favor de sus amigos.

Que el coraje y entrega de Ricardo puedan tener significado en la vida de otras personas, incluso de aquellas que son responsables de dirigir las ciudades, y se omiten en relación al problema de la vivienda para personas con bajos ingresos, que tienen que someterse a vivir en locales peligrosos, debido a la falta de una política pública capaz de albergar o ayudar a las poblaciones en situaciones de vulnerabilidad social.


sexta-feira, 10 de fevereiro de 2017

La quiebra del modelo prisional brasileño


És público y notorio que el sistema penitenciario brasileño ha venido a la quiebra. Las prisiones nacionales se convirtieron en escuelas para bandidos y no cumplen su papel de resocializar al condenado, conforme a la finalidad establecida en nuestra legislación patria.

Las cadenas denigran más el apenado, y la sociedad hace vista gorda a lo que sucede. Los poderes constituidos responsables de la fiscalización y mantenimiento de los establecimientos penitenciarios están de manos atadas en relación al asunto, pues dependen de recursos, los cuales ya son escasos para las demás demandas de la sociedad, que tampoco admite que los internos de esas instituciones tengan un mínimo de tratamiento humano.

Las cárceles se convirtieron en escuela del crimen, si el condenado no poseía índole peligrosa, al salir de esas instituciones se vuelven más intrépidas. No existe una política de reinserción del preso en la sociedad ni un seguimiento para la puesta en el mercado de trabajo. La posibilidad de que estas personas vuelvan a delinquir es grande.

De ese modo, no sabemos a dónde nuestro país va a parar, si no hay cambios profundos en la política carcelaria y en la forma de ver el problema. Y eso sólo se hace con voluntad política de enfrentar los problemas de frente y no con paliativos que sólo pospone para el próximo gobernante las consecuencias de esas situaciones.

El cambio de visión sobre el tema debe comenzar por los gobiernos nacionales y subnacionales, los cuales deben dar más atención al asunto, proponiendo medidas para fortalecer a las instituciones que vienen realizando su trabajo, sin el apareamiento y apoyo necesarios, buscando también la ayuda y el respaldo de la sociedad como un todo.

La quiebra del modelo prisional brasileño


És público y notorio que el sistema penitenciario brasileño ha venido a la quiebra. Las prisiones nacionales se convirtieron en escuelas para bandidos y no cumplen su papel de resocializar al condenado, conforme a la finalidad establecida en nuestra legislación patria.

Las cadenas denigran más el apenado, y la sociedad hace vista gorda a lo que sucede. Los poderes constituidos responsables de la fiscalización y mantenimiento de los establecimientos penitenciarios están de manos atadas en relación al asunto, pues dependen de recursos, los cuales ya son escasos para las demás demandas de la sociedad, que tampoco admite que los internos de esas instituciones tengan un mínimo de tratamiento humano.

Las cárceles se convirtieron en escuela del crimen, si el condenado no poseía índole peligrosa, al salir de esas instituciones se vuelven más intrépidas. No existe una política de reinserción del preso en la sociedad ni un seguimiento para la puesta en el mercado de trabajo. La posibilidad de que estas personas vuelvan a delinquir es grande.

De ese modo, no sabemos a dónde nuestro país va a parar, si no hay cambios profundos en la política carcelaria y en la forma de ver el problema. Y eso sólo se hace con voluntad política de enfrentar los problemas de frente y no con paliativos que sólo pospone para el próximo gobernante las consecuencias de esas situaciones.

El cambio de visión sobre el tema debe comenzar por los gobiernos nacionales y subnacionales, los cuales deben dar más atención al asunto, proponiendo medidas para fortalecer a las instituciones que vienen realizando su trabajo, sin el apareamiento y apoyo necesarios, buscando también la ayuda y el respaldo de la sociedad como un todo.

segunda-feira, 12 de setembro de 2016

La libertad de autodeterminación de los pueblos.


Cuando el individuo es movido por la pasión, que según la filosofía moderna es la inclinación emocional violenta, capaz de dominar completamente la conducta humana y alejarla de la deseable capacidad de autonomía y elección racional, éste ya no es capaz de analizar los hechos con exención y con el equilibrio necesario para la toma de decisiones.

El raciocinio queda sesgado, no habiendo discernimiento correcto de los hechos, que son distorsionados por ese sentimiento que apunta sólo al interés propio, sin la indagación más profunda sobre las cosas.


Se crean verdaderos polos antagónicos donde cada uno defiende su punto de vista, sin que nadie llegue a un denominador común. Lo cierto es siempre uno de los lados, el otro siempre es el mal. Se crea discordia en todo, todo pensamiento queda viciado y tendencioso, un lado denigre al otro.


La convivencia se vuelve insoportable, ninguna búsqueda del bien del otro, se digladan siempre, convirtiéndose en verdaderos enemigos, donde el sentido común no existe. Tal polarización es causa de varios comportamientos inusitados, pudiendo culminar hasta en el peor de los crímenes.


La polarización de la sociedad interesa a determinados grupos que intentan a cualquier costo imponer sus ideas a través de la imposición forzada de dogmas (dogmatismo en el sentido peyorativo) y pensamientos que no son comunes a todos. Si se vive en una sociedad plural, donde los principios y creencias son diversificadas, la imposición de cualquier idea o pensamiento, hiere las libertades individuales de las personas, creando aún más conflictos.


La imposición de cualquier posicionamiento por la fuerza, y no por el convencimiento de la sociedad en cuanto al bien común, de cualquier idea o dogma, es verdadero albedrío, y propio de la tiranía de grupos interesados ​​en imponer a todos sus pensamientos.


Por ejemplo, para aquellas sociedades donde la mayoría está compuesta por cristianos, la imposición de dogmas que no son aquellos constantes de la Ley de Dios (Biblia Sagrada), hay una violencia diaria por los medios de comunicación que intentan vender sus ideas contrarias, como si fueran dueños de la verdad y de la moral y de las buenas costumbres, ya que utilizan como práctica la venta y la exposición de hechos considerados a los principios de esa población.


En el caso de los medios de comunicación, el caso se vuelve más emblemático, pues cumple al poder público, regular la actividad, pero, en virtud del perjuicio a la libertad de prensa, no se adoptan medidas para cohibir determinados medios, que difunden ideas y pensamientos como si fueran lo correcto para toda sociedad, en detrimento de los valores de muchos.


El principio de la libertad de la autodeterminación de un pueblo que defiende la Constitución brasileña en sus relaciones internacionales, también debe ser respetado internamente, no pudiendo ser degradado por posicionamientos conflictivos en la sociedad plural en que vivimos, en cuanto al bombardeo de ideas y pensamientos que causan conflictos y no son comunes a todos.


Es el poder público el control de esos posicionamientos, teniendo en cuenta el peso de los principios mayoritarios de la sociedad en favor de la protección de la familia, los cuales son la base de la sociedad y debe tener la protección especial del Estado. ³



Referencias.

Diccionario electrónico Houaiss ¹ de la lengua portuguesa. Pasión ... 10 en el kantismo, inclinación emocional violenta, capaz de dominar completamente la conducta humana y alejarla de la deseable capacidad de autonomía y elección racional
² Constitución Federal de 1988, art. 4º, inciso III.
³ Constitución Federal de 1988, art. 226.

La libertad de autodeterminación de los pueblos.


Cuando el individuo es movido por la pasión, que según la filosofía moderna es la inclinación emocional violenta, capaz de dominar completamente la conducta humana y alejarla de la deseable capacidad de autonomía y elección racional, éste ya no es capaz de analizar los hechos con exención y con el equilibrio necesario para la toma de decisiones.

El raciocinio queda sesgado, no habiendo discernimiento correcto de los hechos, que son distorsionados por ese sentimiento que apunta sólo al interés propio, sin la indagación más profunda sobre las cosas.


Se crean verdaderos polos antagónicos donde cada uno defiende su punto de vista, sin que nadie llegue a un denominador común. Lo cierto es siempre uno de los lados, el otro siempre es el mal. Se crea discordia en todo, todo pensamiento queda viciado y tendencioso, un lado denigre al otro.


La convivencia se vuelve insoportable, ninguna búsqueda del bien del otro, se digladan siempre, convirtiéndose en verdaderos enemigos, donde el sentido común no existe. Tal polarización es causa de varios comportamientos inusitados, pudiendo culminar hasta en el peor de los crímenes.


La polarización de la sociedad interesa a determinados grupos que intentan a cualquier costo imponer sus ideas a través de la imposición forzada de dogmas (dogmatismo en el sentido peyorativo) y pensamientos que no son comunes a todos. Si se vive en una sociedad plural, donde los principios y creencias son diversificadas, la imposición de cualquier idea o pensamiento, hiere las libertades individuales de las personas, creando aún más conflictos.


La imposición de cualquier posicionamiento por la fuerza, y no por el convencimiento de la sociedad en cuanto al bien común, de cualquier idea o dogma, es verdadero albedrío, y propio de la tiranía de grupos interesados ​​en imponer a todos sus pensamientos.


Por ejemplo, para aquellas sociedades donde la mayoría está compuesta por cristianos, la imposición de dogmas que no son aquellos constantes de la Ley de Dios (Biblia Sagrada), hay una violencia diaria por los medios de comunicación que intentan vender sus ideas contrarias, como si fueran dueños de la verdad y de la moral y de las buenas costumbres, ya que utilizan como práctica la venta y la exposición de hechos considerados a los principios de esa población.


En el caso de los medios de comunicación, el caso se vuelve más emblemático, pues cumple al poder público, regular la actividad, pero, en virtud del perjuicio a la libertad de prensa, no se adoptan medidas para cohibir determinados medios, que difunden ideas y pensamientos como si fueran lo correcto para toda sociedad, en detrimento de los valores de muchos.


El principio de la libertad de la autodeterminación de un pueblo que defiende la Constitución brasileña en sus relaciones internacionales, también debe ser respetado internamente, no pudiendo ser degradado por posicionamientos conflictivos en la sociedad plural en que vivimos, en cuanto al bombardeo de ideas y pensamientos que causan conflictos y no son comunes a todos.


Es el poder público el control de esos posicionamientos, teniendo en cuenta el peso de los principios mayoritarios de la sociedad en favor de la protección de la familia, los cuales son la base de la sociedad y debe tener la protección especial del Estado. ³



Referencias.

Diccionario electrónico Houaiss ¹ de la lengua portuguesa. Pasión ... 10 en el kantismo, inclinación emocional violenta, capaz de dominar completamente la conducta humana y alejarla de la deseable capacidad de autonomía y elección racional
² Constitución Federal de 1988, art. 4º, inciso III.
³ Constitución Federal de 1988, art. 226.

sexta-feira, 15 de abril de 2016

Direitos Humanos e execração pública

No mundo da pós-modernidade as pessoas vêm perdendo a noção do bom senso. Execram publicamente uma pessoa sem se preocupar com seus sentimentos ou como ela será capaz de suportar as afrontas.

Realmente, a maldade tem imperado nesse mundo, o respeito a pessoa humana tem sido relegado a um segundo plano, quiçá a um último plano. Não se preocupam o quanto de mal que praticam. Falam mal, xingam, achincalham, quando não, partem para a agressão física.

Voltamos a viver num tempo de trevas, onde o ódio impera de tal forma, que perpassa de pai para filho, como se todos não fossemos feitos à imagem e semelhança do Pai. Aliás, deixando para trás essa verossimilhança, e se parecendo com outro ser.

Em determinada passagem bíblica (João 8:44) Jesus explana, em relação à execração pública de uma mulher pega em adultério, que seus execradores tinham por pai ao diabo, e desejavam satisfazer o desejo dele.

Dessa forma, o que se verifica é um completo afastamento do Pai, e consequentemente do reflexo de seu amor. O mundo tem cada vez mais se afastado dos ensinamentos do Pai, indicando que as profecias do fim estão próximas.

“Maranata”, ora vem Senhor Jesus.

Desacreditar para conquistar.

A política hoje é a de desacreditar qualquer pessoa ou instituição a fim de dar vazão a sanha do poder pelo poder. Vivemos épocas difíceis...